Roborock QV 35A: limpieza inteligente y completa a precio muy competitivo – Review del Gadget Lab
Este robot llega con el objetivo de acercar la experiencia de limpieza automatizada (aspirado, fregado y mantenimiento) a un público más amplio. Potente, autónomo y con estación multifunción, se sitúa como uno de los modelos con mejor relación calidad-precio del mercado actual.
La filosofía de Roborock se entiende rápido: hacer robots de limpieza que trabajen por ti. Cada generación amplía ese concepto un poco más y el QV 35A encarna, quizá, el mejor punto medio de la marca: potente, autónomo, razonablemente silencioso y con una estación que lava, seca y vacía sin que tengas que intervenir; todo ello, a un precio accesible al gran público. Con 8.000 Pa de potencia de succión, doble mopa giratoria, navegación LiDAR precisa y una estación Empty Wash Fill Dock que hace casi todo lo que antes requería tus manos, tu fregona y un buen rato libre, este robot se propone una misión ambiciosa: dejarte sin excusas para no tener el suelo impecable. Y lo cierto es que, tras probarlo en tres escenarios reales, ha salido bastante bien parado. En un segmento cada vez más competitivo, donde los precios de los robots ‘ultra’ rozan lo prohibitivo, este modelo busca el equilibrio entre prestaciones premium y coste asumible. Durante varias semanas, lo hemos puesto a prueba en entornos bien distintos: un piso con un perro de pelo corto que muda como si entrenara para ello; un hogar con un miembro alérgico al polvo doméstico; una casa donde dos adolescentes con cabello abundante parecen competir con la mascota en el arte de dejar rastro. El resultado: un robot que, sin ser perfecto, convence en casi todos los frentes.
Roborock QV 35A – Características técnicas
- Potencia de succión: 8.000 Pa.
- Batería: 5.200 mAh (14,4 v).
- Autonomía estimada: hasta 180 minutos en modo silencioso.
- Sistema de fregado: doble mopa giratoria (200 rpm) con autolavado y secado.
- Levantamiento automático de mopas: sí (altura no especificada por el fabricante).
- Navegación: PreciSense LiDAR + Reactive Tech (detección de obstáculos).
- Depósito de polvo (robot) 330 ml.
- Estación multifunción Empty Wash Fill Dock: vaciado automático, lavado y secado de mopas, autollenado de agua y carga energética.
- Conectividad: WiFi 2,4 GHz, app Roborock, compatibilidad con Alexa / Google Home / Siri Shortcuts.
- Dimensiones (robot): 35 x 35,3 x 9,65 cm.
Roborock QV 35A – Precio
399 euros (precio a fecha octubre de 2025).
Roborock QV 35ª – Review del Gadget Lab
Escenario 1: hogar con mascota (o cómo seguir queriendo al perro)
El primer banco de pruebas fue una casa con un perro de tamaño medio, de esos que parecen diseñados para poner a prueba cualquier aspirador. Su pelo, fino y omnipresente, tiende a acumularse en esquinas y debajo de los muebles. Aquí, el QV 35A se ganó su primera medalla: su succión de 8.000 Pa y el cepillo de goma principal (más resistente a enredos que los de cerdas tradicionales) lograron dejar el suelo libre de pelos en una sola pasada. En alfombras finas, el aumento de potencia automático funcionó sin fallos y el LiDAR evitó los choques contra patas de silla o comederos. La estación Empty Wash Fill Dock —que lava y seca las mopas después de cada sesión— resultó especialmente útil. No hay nada peor que el olor a ‘mopa húmeda con vida propia’ tras un par de días, y aquí Roborock ha hecho los deberes: el secado con aire templado (aunque algo ruidoso) evita ese problema con eficacia. El perro, por cierto, pasó del susto inicial a la indiferencia completa. Lo cual, en términos caninos, equivale a un aprobado con nota.
Escenario 2: hogar con persona alérgica (el enemigo invisible)
El segundo entorno era una casa con un miembro de la familia diagnosticado con alergia al polvo doméstico. Aquí, la expectativa era alta. Y el QV 35A cumplió sorprendentemente bien: su sistema de vaciado automático reduce al mínimo la exposición al polvo al limpiar el depósito, y el sellado del circuito de aspiración parece efectivo. Durante los días de prueba, no tuvo síntomas (estornudos y congestión), lo que da una idea de la eficacia del filtrado. El modo de limpieza Profundo pasa por las mismas zonas dos veces, y combinado con el fregado húmedo deja menos partículas en suspensión. Eso sí, el depósito del robot (de solo 330 ml) se llena rápido si se usa sin la base. No es un problema en condiciones normales, pero conviene recordarlo si se quiere hacer una limpieza puntual sin la estación cerca (por ejemplo, en una segunda vivienda). Aunque el resultado general es excelente, el secado de las mopas produce un ruido prolongado y suave, similar al de un secador de pelo. En una casa con alguien con sueño ligero, conviene programar esa parte nunca de madrugada.
Escenario 3: hogar con adolescentes (y su ecosistema capilar)
El tercer entorno fue quizá el más cruel: un piso familiar con dos adolescentes de pelo largo y tendencia a ‘peinarse mientras caminan’. Pocas cosas ponen a prueba a un robot como los mechones en el baño o el pasillo. El QV 35A demostró ser un digno superviviente. El cepillo de goma central minimiza los enredos y el sistema de aspirado consiguió recoger la mayor parte del cabello sin incidentes. Solo tras varios días se notaron algunos pelos enrollados en los extremos del rodillo, fácilmente extraíbles gracias al diseño desmontable. En cuanto al fregado, las mopas giratorias hacen un trabajo convincente incluso con las manchas de calzado o gotas de refresco secas. No sustituye a una fregona a conciencia, pero reduce muchísimo el mantenimiento diario. El toque humorístico llegó cuando los propios adolescentes bautizaron al robot como El Interno porque “ayuda en casa más que nosotros y no protesta”. Difícil discutirlo.
Valoración general
El Roborock QV 35A combina potencia, autonomía y facilidad de uso de manera muy convincente. La navegación LiDAR es uno de sus puntos fuertes: el robot evita obstáculos con precisión, crea mapas detallados en minutos y es capaz de planificar rutas eficientes. La aplicación Roborock es otro acierto: intuitiva, estable y llena de funciones avanzadas. Puedes ajustar el caudal de agua, crear zonas prohibidas o programar limpiezas por habitación con un par de toques. Además, los mapas 3D son tan precisos que incluso sirven para descubrir rincones que nunca habías mirado bien. El mantenimiento es mínimo gracias a la estación: vacía el polvo, lava las mopas y las seca. En la práctica, puedes pasar semanas sin tocar el robot más allá de cambiar la bolsa de la base o rellenar el depósito de agua limpia.
Tres aspectos mejorables
Por su lado, como hemos mencionado anteriormente, el depósito de polvo es algo pequeño:
sus 330 ml se antojan escasos si alguna vez lo usas sin la base o si limpias varias habitaciones en modo manual; es un compromiso lógico por el tamaño, pero merece mención. Por otro, el ruido de la estación durante el secado: aunque efectivo, el sistema de secado no es discreto; suena a secador suave durante unos (bastantes) minutos; finalmente, la altura del levantamiento de las mopas no está especificada: Roborock confirma que el sistema levanta las mopas automáticamente, pero no indica cuántos milímetros; en alfombras gruesas, deja algo de humedad residual, no grave, pero perceptible.
Conclusiones
El Roborock QV 35A es una demostración de equilibrio: ofrece prestaciones cercanas a las gamas altas pero con un precio menos prohibitivo y un nivel de automatización que realmente cambia la rutina doméstica. Funciona bien en hogares con mascotas, en entornos donde se busca reducir alérgenos y hasta en casas donde el cabello parece reproducirse por generación espontánea. Su relación calidad-precio es altísima y transmite la sensación de ser un producto pulido y fiable, de esos que uno recomienda con confianza. No es perfecto, pero sí muy completo: potente, cómodo, bien diseñado y sorprendentemente autónomo. En definitiva, un robot que limpia, friega, se lava, se seca y se recarga… Todo, sin pedirte casi nada a cambio más que agua, un poco de electricidad y vigilar el estado de sus elementos fundamentales (recomendable echar un vistazo cada semana) para un correcto funcionamiento permanente.