Dreame C1: el robot limpiacristales que hace el trabajo (casi) perfecto – Review del Gadget Lab

Dreame C1: el robot limpiacristales que hace el trabajo (casi) perfecto – Review del Gadget Lab

Test sin Piedad: ★★★★★ 

Este C1 llega con promesas de limpieza inteligente: trayectorias optimizadas y un sistema de microfibra pensado para las esquinas. Todo ello, con una eficaz adhesión a las superficies, sin riesgo de caídas, que es lo que genera especial inquietud ante este tipo de robots.

Los robots limpiacristales han dejado de ser un capricho para convertirse en una ayuda real en hogares con grandes (o medianos) ventanales, puertas correderas y mamparas de ducha. El Dreame C1 se presenta como una alternativa ligera y tecnológica para quienes buscan despreocuparse de pasar el paño en superficies lisas. Diseñado para adherirse y desplazarse por cristales verticales, combina una potente succión, microfibras y pulverización de solución para eliminar polvo y manchas superficiales con mínimas intervenciones humanas.

Dreame C1 – Características técnicas

  • Adherencia / succión: hasta ≈5.500 Pa, suficiente para mantener el robot pegado en vertical con seguridad.
  • Depósito de pulverizado: 80 ml (sistema dual de pulverizado para evitar goteos).
  • Paños: cuatro módulos de microfibra flexibles, lavables y reemplazables.
  • Modos de limpieza: limpieza completa, bordes, zona/spot, limpieza localizada y control remoto vía app.
  • Navegación: IA para planificación de trayectorias (patrones en Z o N) y sensores de borde/obstáculo con detección rápida.
  • Seguridad: cuerda de seguridad incluida y cable de alimentación reforzado (para evitar caídas).
  • Nivel sonoro: en torno a 63 dB.
  • Conectividad: app Dreamehome para control remoto y selección de modos.
  • Accesorios incluidos: paños, cepillos para esquinas, cable y kit de seguridad.
  • 27 x 27 x 8 cm / 1,6 kg.

Dreame C1 – Precio

279 euros. Disponible versión C1 Station, con módulo-estación con una batería de larga duración y retracción automática del cable: 479 euros (precios a fecha diciembre de 2025).


Dreame C1 – Review del Gadget Lab

Sacar el Dreame C1 de la caja da una sensación de dispositivo ligero y bien acabado. El montaje es simple: colocar los paños de microfibra, llenar el depósito de 80 ml con el líquido recomendado (o agua con poco producto) y asegurar la cuerda de seguridad. La app te guía en pasos básicos y la conexión es rápida; en poco tiempo tienes al robot listo y pegado al cristal.

Instalación en ventanas y seguridad

Colocar el C1 en un ventanal es rápido: lo posicionas, lo enchufas y el motor de succión hace el resto. La sensación de seguridad es alta gracias a la cuerda de seguridad y al cable reforzado; el robot detecta los bordes sin titubeos y tiene protección contra caídas. En cristales grandes se agradece la planificación automática de trayectorias, porque evita solapamientos excesivos y cubre la ventana de manera homogénea. Lo hemos usado en ventanas y mamparas de baño unas 25 veces en total y nunca se ha desprendido; creemos que la ausencia de un mínimo relieve favorece esta ausencia de riesgo.

Comportamiento y limpieza efectiva

En una pasada normal, la combinación de pulverizado y paños de microfibra elimina polvo, huellas y suciedad ligera con notable eficiencia. Las trayectorias en Z o N son inteligentes: el robot analiza la superficie y adapta el patrón para minimizar zonas no atendidas. Las esquinas, que suelen ser el talón de Aquiles de muchos limpiacristales automáticos, quedan bien atendidas gracias a los módulos flexibles aunque no siempre al 100 % (depende del marco y del ángulo concreto).

Resultados visuales y rendimiento real

En ventanas medianas y limpias (mantenimiento regular) el resultado es impecable: cristales homogéneos y sin restos visibles desde una distancia normal. Con suciedad más incrustada o manchas de grasa, suele requerir dos pasadas o un pequeño retoque manual. El nivel de ruido durante la operación es razonable; es audible, pero no molesto para tareas de hogar o para mantener una conversación cerca.

Manejo y app

La app Dreamehome cumple con lo básico: seleccionar modos, iniciar/parar y programar limpiezas. No es la app más sofisticada del mercado pero es suficiente y estable. El control remoto permite iniciar limpiezas localizadas sin tener que manipular el propio robot en la ventana.

Mantenimiento y consumibles

Los paños son lavables y se reutilizan varias veces; conviene lavarlos con rapidez después de limpiezas intensas para que no acumulen residuos. El depósito de 80 ml es correcto para ventanas pequeñas o medianas; en superficies muy grandes tocará rellenarlo durante la sesión.

Seguridad y problemas prácticos

La detección de bordes y obstáculos funciona bien; en nuestras pruebas, el robot supo reanudar el trabajo tras interrupciones y regresar a la zona pendiente. La cuerda de seguridad aporta tranquilidad, aunque puede resultar algo engorrosa si se usan ventanas muy juntas o en configuraciones de obra irregular.

En el día a día, el Dreame C1 se comporta como un asistente eficiente: reduce el tiempo y el esfuerzo de limpiar cristales lisos y hace viable mantener grandes superficies sin subir a escaleras. Es especialmente recomendable para hogares con muchas ventanas o para personas que buscan minimizar el trabajo físico de esta tarea.

Dos detalles mejorables

A veces, durante los giros o cambios de dirección, el robot puede dejar una pequeña marca o rastro que requiere un retoque puntual con un paño. No ocurre en todas las pasadas y suele ser mínimo, pero es el tipo de imperfección que obliga a acercarse y pasar un paño en esquinas o transiciones si buscas un acabado absolutamente perfecto. Por otro lado, el depósito de 80 ml es suficiente para limpieza de ventanas de tamaño medio, pero en fachadas grandes o cristales muy sucios tocará parar y rellenar. Además, al depender del cable de alimentación, la gestión del mismo y de la cuerda de seguridad puede ser un poco incómoda en instalaciones con marcos estrechos o en ventanas próximas entre sí. Una versión sin cable o con base (como la Station) resuelve esto, pero en el modelo C1 ‘puro’ la comodidad se ve algo limitada por ese factor.

Conclusiones

El Dreame C1 es un robot limpiacristales serio y eficaz para uso doméstico: cumple su función con buena adhesión, trayectoria inteligente y resultados limpios en la gran mayoría de las situaciones. No es perfecto (especialmente si buscas un acabado profesional sin retoques) pero reduce enormemente el esfuerzo y el riesgo de subirse a escaleras. Si valoras la comodidad y tienes ventanas de tamaño medio o grande pero no extremadamente sucias, el C1 te ahorrará muchas tareas repetitivas. Sinceramente, para su precio, es un muy interesante aliado para las siempre engorrosas (cuando no peligrosas) tareas de limpiar cristales.