El teleconvertidor o cómo aumentar la visión de nuestro objetivo

El teleconvertidor o cómo aumentar la visión de nuestro objetivo

Teleconvertidor

Con teleconvertidor se consiguen fotografías tan increíbles como esta. Foto: SHUTTERSTOCK-MILOSZ_G

El teleconvertidor es una manera sencilla y económica de conseguir un mayor rango para tu teleobjetivo

Si ya tienes un teleobjetivo, es probable que en muchas ocasiones hayas encontrado su distancia focal insuficiente para fotografiar aquel sujeto tan lejano. Afortunadamente, los fabricantes de equipos fotográficos son conscientes de este problema y nos ofrecen una solución: el teleconvertidor. También llamado duplicador, multiplicador de focal o teleplus, el teleconvertidor consiste en una serie de lentes que se colocan entre la cámara y el objetivo y que logran multiplicar la distancia focal (habitualmente por 1,5 o 2).

Es habitual que en la descripción del modelo de teleconvertidor aparezca el factor de multiplicación seguido de una X. De este modo, un teleconvertidor 2X, dobla la distancia focal de tu objetivo, así, por ejemplo, si lo montas sobre un 300 mm, actúa a todos los efectos como un 600 mm.

Teleconvertidor

Foto: SHUTTERSTOCK-PAN XUNBIN

Luminosidad

Una característica común a todas estas lentes es que al acoplarlas delante del teleobjetivo producen una pérdida de luminosidad que se traduce en un diafragma mínimo más cerrado. Esta pérdida se cuantifica como dos diafragmas en el caso de los duplicadores 2X y de uno solo en los 1,5X. Por ello, si acoplas un duplicador 2X sobre un teleobjetivo 300 mm f/2.8, a partir de ese momento se comporta como un 600 mm f/5.6 de modo que la profundidad de campo perdida por un diafragma más cerrado se compensa en cierta medida por el aumento de longitud focal.

Nitidez

Quizás el mayor inconveniente de los teleconvertidores es el añadido descenso de nitidez, ya que al colocar varias lentes delante de un objetivo mucho más nítido éste pierde en calidad óptica. Para minimizar tienes que hacerte de duplicadores con la mayor nitidez posible. Te recomendamos que consultes pruebas y leas comparativas. El efecto de pérdida de calidad se magnifica al capturar objetos muy lejanos y se hace mucho menos perceptible en macrofotografía.

Enfoque

Aquí es donde interviene la construcción de este tipo de lentes, ya que un problema muy común es encontrarse con teleconvertidores que no son capaces de optimizar el motor de enfoque del objetivo. Aun cuando el AF del duplicador sea de gran calidad, tendrás más problemas moviendo focales largas, y debes tener muy en cuenta que sea compatible con tu objetivo. Para evitar esta situación examina detalladamente las especificaciones del teleconvertidor y consulta la compatibilidad con los objetivos. Un mal rendimiento entre el autoenfoque de la cámara, el objetivo y el duplicador, se traduce en un conjunto muy ruidoso y poco efectivo con un índice de acierto en enfoque muy bajo.

teleconvertidor

Foto: SHUTTERSTOCK-ERWIN NIEMAND

Montado sobre un teleobjetivo

El uso más común de este accesorio es junto a un teleobjetivo. No es de extrañar pues, ver que una de las disciplinas donde se utilizan mayoritariamente es en la de fauna. En ocasiones, lentes de 400 o 500 mm se quedan cortos para las necesidades del fotógrafo y este se ve obligado a recurrir a combinar uno o dos duplicadores de focales. Así, un 400 mm con un 1,5X y un 2X se convertiría en un 1000 mm que ha perdido tres pasos de luz. Para contrarrestar esta pérdida de luz en estos casos tan extremos es conveniente utilizar un trípode.

Debido al tiempo que lleva montar y desmontar un teleconvertidor para solo unas cuantas fotos, algunos fotógrafos optan por llevar un segundo cuerpo de cámara sobre el que montan un objetivo fijo de gran distancia acompañado de un duplicador, de esta manera evitan perder la ocasión esperada.

Teleconvertidor

Foto: SHUTTERSTOCK-HAVOC

Teleconvertidor montado sobre un objetivo macro

La macrofotografía es la disciplina donde un teleconvertidor maximiza su eficiencia. Por un lado, al montar un duplicador sobre un objetivo macro la pérdida de calidad resulta mínima, mucho menor que con otros sistemas como los anillos de aproximación, fuelle de extensión, lente de conversión… Otra de las ventajas que presenta es que al montarlo sobre una lente macro, ésta duplica su capacidad de aproximación, pero mantiene constante su distancia mínima de enfoque (que en objetivos de menor distancia focal suele ser siempre más pequeña). El coeficiente de magnificación también se ve multiplicado por dos, ya que ahora desde la misma distancia retrata al sujeto el doble de grande.

Si aplicamos un duplicador de focal a un objetivo 50 mm macro f/2.8 con coeficiente de magnificación 1:2 y 5 cm de distancia mínima de enfoque, obtenemos un 100 mm macro f/5.6 con coeficiente de magnificación 1:1 y 5 cm de distancia mínima de enfoque.

Duplicadores digitales

Este concepto es el equivalente al del zoom digital. La cámara es capaz de conseguir aumentar la apariencia de la imagen gracias a un recorte. Muchas bridges y compactas presentan este sistema, pero el problema de este método es que a pesar del recuadro de delimitación el ojo sigue viendo el encuadre sin reencuadrar y casi por defecto tiende a saltarse este nuevo límite y a buscar la composición utilizando el frame completo. En principio es más recomendable el uso de duplicadores ópticos de buena calidad que de los digitales, y aunque estos sean necesarios es mejor realizar posteriormente el recorte en el ordenador para asegurarte de que no cortas la foto por donde no debes.

Teleconvertidor

Foto: SHUTTERSTOCK-MARIUS C

Teleconvertidor angular

Otra variedad de teleconvertidor son los angulares, que se adaptan a las cámaras -especialmente de ópticas fijas- como la famosa Fujifilm X-100, para conseguir una visión mucho más amplia de la escena. Este tipo de convertidores se comercializa en formato magnético para compactas, ya que no disponen de rosca en el objetivo.

Existen unos de este tipo que se enroscan en la parte delantera de un objetivo del tipo angular, de manera que sus lentes curvas potencian el efecto ojo de pez. Los problemas añadidos de estos sistemas es que suelen producir un viñeteo muy acusado, incluso dibujando un círculo, en las focales más pequeñas, gran pérdida de nitidez y acusada distorsión geométrica. Aunque en cámaras de lentes fijas representan la única opción, en sistemas de ópticas intercambiables no son en absoluto recomendables, ya que la mayoría de sus usuarios terminan desechándolas para comprarse un objetivo realmente angular.

Texto de Daniel Santos, adaptado por Isabel González

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