Sherman, el robot que da la hora como ningún otro

Comprende un total de 148 piezas que trabajan con una alternancia de 18.000 A/H (2,5 Hz).

Responde al nombre de Sherman -sí, tiene nombre- y, aunque no sea precisamente un alarde de la inteligencia artificial, sí proporciona la hora con absoluta precisión. Es la última creación de la exquisita casa relojera suiza Maximilian Büsser & Friends, cuya elaboración depende de L’Epée 1839, la única manufacturera suiza especializada en relojes de calidad superior.

El pequeño robot responde al sueño de la infancia de Maximilian Büsser de tener un amigo mecánico. Los brazos son totalmente manipulables y se puede colocar en cualquier posición para que sostenga objetos, como un bolígrafo o la llave que sirve para darle cuerda. Algo que solo es necesario hacer una vez a la semana, ya que esa es la autonomía del automatismo que lo impulsa.

Es capaz de deslizarse sobre los rodamientos de oruga que lleva en la parte inferior, aunque para ello necesita un pequeño empujón. El cerebro de la máquina es visible en parte gracias a una cubierta de cristal de zafiro que lleva en el lado superior. El resto del mecanismo deja a la vista la maquinaria que marca la hora con precisión milimétrica.

El robot Sherman de Maximilian Büsser & Friends se lanza en tres ediciones limitadas de 200 piezas de paladio (su precio no ha sido facilitado), 200 piezas chapadas en oro (12.275 euros) y 50 de oro engastadas con diamantes (29.350 euros).

Existe también la versión exclusiva con un extra de 735 diamantes engarzados alrededor de la cabeza, que solo se fabrica bajo pedido y cuyo precio solamente se da a conocer al comprador. Exclusividad pura y dura.

Más información en la web oficial del fabricante.