Los cinco puntos fuertes del Samsung Galaxy S7

Ya presentado el nuevo Samsung S7 y habiendo pasado por nuestras manos, por fin podemos hacer un resumen de sus princpales puntos fuertes, de aquello que le vuelve a convertir en uno de los smartphones de referencia en cuanto a tope de gama.

1. Cámara

Muchas veces hemos insistido que no todo es una cuestión de megapixels, y que en la toma de fotografías influyen muchos más factores. Por eso, por ejemplo, iPhone siempre ha logrado muy buenas fotos aunque hace tiempo que se quedara atrás en la guerra de los mp. Con el Samsung Galaxy S7 ocurre algo similar. De hecho, el S6 ya hacía unas fotos espectaculares. El S7 incluso mejora, dando la sensación de ser el mejor móvil para fotos que existe hoy por hoy. El cambio no ha sido en el número de megapixels (12 en la cámara trasera, y 5 en la frontal), sino en su tamaño. Ahora son más de un 50% más grandes, lo que incide directamente en la captación de luz. También se ha mejorado la apertura de la lente hasta f/1,7, consiguiendo resultados espectaculares en entornos con poca luminosidad. Por último, se ha potenciado el autofocus, reduciendo el tiempo necesario para que la cámara enfoque por sí misma. Si el S6 ya hacía ‘fotones’, lo del Samsung Galaxy S7 promete ser directamente espectacular.

2. Memoria

La firma coreana ha sabido rectificar algunos de los errores cometidos en el pasado, como el de desechar la posibilidad de añadir tarjetas micro SD para ampliar la capacidad de almacenamiento del terminal. En el Samsung Galaxy S7, el almacenamiento de serie es de 32 GB, pero se puede ampliar hasta 200 GB más mediante tarjeta SD, en una ranura que se puede usar para este fin, o bien para añadir una segunda SIM al teléfono. Esta rectificación diferencia al S7 de su principal competidor (el iPhone 6) y alarga la vida del smartphone.

3. Batería

En el caso del Samsung Galaxy S7, la batería será de 3.000 mAh, mientras que en el S7 Edge (el que mantiene la pantalla sin bordes y curvada al final), sube hasta 3.600 mAh. Con esto se busca que la autonomía con un uso normal supere el fatídico límite de 24 horas. La batería sigue sin ser extraíble, y por tanto, no se puede reemplazar por otra y se ha incluido un sistema de refrigeración líquido mediante un circuito interior que recorre las entrañas del terminal. Además, se apuesta por el concepto always on display, por el que se puede consultar la información más básica (notificaciones, hora, tiempo, calendario…) aunque el teléfono se encuentre bloqueado, y reduciendo al mínimo el consumo de batería por esa acción. Si eres de los que usas el teléfono como reloj y lo consultas con frecuencia, notarás una importante mejora en la duración de la carga de tu batería con este simple y aparentemente insignificante cambio.

4. Acuático

La resistencia al agua y al polvo es otra característica perdida en el S6, pero que retorna para el Samsung Galaxy S7. Este modelo puede sumergirse durante media hora y hasta a 1,5 metros de profundidad, como garantiza su certificación IP68. Se ha hecho estanco el interior, lo cual es una de las razones para que la batería no sea extraíble, y una posible fuente de conflictos cuando surja algún problema con el terminal, ya que no quedará más remedio que llevarlo al servicio técnico oficial para no tener disgustos.

5. Diseño

Aquí gana la máxima de ‘lo que funciona, no se toca’. Y es que hay pocas diferencias a nivel estético entre la versión anterior del terminal bandera de la multinacional coreana, y el Samsung Galaxy S7. Mandan el metal y el cristal en una pantalla para el S7 de 142,4×69,6 mm, y un grosor de menos de 8 mm. Estamos ante un móvil con calidad premium, quizás la referencia en 2016, el que marcará el estándar en el que se mire el resto, y eso se nota desde el momento en que entras en contacto con él.