Bugatti Baby II, el coche de edición limitada para los (no tan) pequeños

Bugatti Baby II, el coche de edición limitada para los (no tan) pequeños

Alcanza los 20 km/h en Modo Niño, y los 45 km/h en Modo Adulto. También incorpora otro que inactiva el limitador de velocidad.

El sueño de muchos, hecho realidad. Bugatti pone la firma a este exclusivo deportivo, pensado para desplazarte por zonas poco transitadas y estrechas… o para que tu hijo se divierta en su tiempo de recreo de la manera más lujosa y ostentosa.

Al servicio de todos

En 1926, Ettore Bugatti decidió regalar a su hijo Roland una réplica del exitoso modelo Type 35 a escala, pero con la particularidad de que su tracción trasera estaba impulsada por un pequeño motor eléctrico.

La iniciativa tuvo tanta repercusión que el visionario de la automoción terminó por lanzar una serie de 500 unidades que se vendieron en tiempo récord. Ahora se reedita con motivo del 110º aniversario de la factoría, por lo que estás de enhorabuena si no pudiste adquirirlo en su momento (bendito drama).

Más que un juguete caro, el Bugatti Baby II es un coche plenamente funcional. Tiene 13 CV de potencia y un precio que ronda los 40.000 euros. Se inspira en el modelo de carreras más exitoso de todos los tiempos, con una larguísima trayectoria en circuitos de todo el mundo: logró vencer en más de 2.000 carreras (ahí es nada).

El Type 35 original, el coche de carreras más exitoso de la historia.

Su interior lleva el característico volante de cuatro radios, un salpicadero de aluminio, asientos de cuero y una réplica de la instrumentalización del Type 35. Ofrece velocidad limitada a 20 km/h en modo niño, aunque existe un Modo Adulto con un tope de 45 km/h y un interruptor que levanta dichos límites, algo que solo se realiza previa petición: hace falta solicitar la Speed Key para poder alcanzar los 13,59 CV de potencia.

Cada ejemplar se entrega con una placa personalizada que luce el número de fabricación y el logo especial del 110º aniversario. ¡Todo un lugazo para adornar el jardín!

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