Ninja CREAMi: esta máquina transforma el helado casero en un postre propio de heladería – Review del Gadget Lab

Ninja CREAMi: esta máquina transforma el helado casero en un postre propio de heladería – Review del Gadget Lab

Test sin Piedad: ★★★★☆ 

No es una heladera al uso, ni hace milagros instantáneos, pero ha revolucionado la forma de preparar helados caseros. La Ninja CREAMi es viral gracias a miles de vídeos de TikTok, Instagram y YouTube. Está conquistando las cocinas domésticas con una promesa: cremosidad profesional en tus postres fríos… siempre que tengas paciencia.

Todos hemos soñado alguna vez con abrir el congelador y sacar un helado tan suave y cremoso como el de nuestra heladería favorita. Pero la realidad doméstica suele ser menos glamurosa: bloques de hielo con sabor a fruta, texturas arenosas o experimentos que acaban olvidados en el fondo del congelador. En medio de este panorama, apareció la Ninja CREAMi, un electrodoméstico que ha arrasado en redes sociales. Miles de vídeos muestran a usuarios batiendo bloques de fruta congelada, bases lácteas o incluso mezclas proteicas, para después sacar un helado perfecto, con la textura justa entre firme y aterciopelada. ¿Es magia? No exactamente. Es tecnología aplicada al capricho más dulce.

¿Qué es realmente la Ninja CREAMi?

Conviene aclararlo desde el principio: la Ninja CREAMi no es una heladera en el sentido clásico. Una heladera tradicional bate los ingredientes mientras los enfría, creando cremosidad en tiempo real gracias al movimiento constante. La CREAMi, en cambio, funciona al revés: tú congelas primero la mezcla (mínimo 24 horas) y, después, la máquina se encarga de procesarla. Lo que hace es raspar y triturar ese bloque helado a una velocidad y con una precisión que evita los cristales de hielo grandes, introduciendo aire y logrando la famosa textura cremosa.

En otras palabras, es un híbrido entre una batidora de alto rendimiento y un sistema pensado solo para postres congelados. Su filosofía recuerda a la de máquinas profesionales como el Pacojet, pero a un precio y formato mucho más domésticos.

Características técnicas

  • Potencia: alrededor de 800 vatios, más que suficientes para enfrentarse a un bloque duro como una piedra.
  • Capacidad:
    • Modelo estándar: tarrinas de 450 ml (vienen tres en el kit).
    • Modelo Deluxe: tarrinas más grandes, de 700 ml aprox (vienen dos).
    • Swirl by CREAMi: con más funciones y accesorio unido para generar helados de bola directos a cucuruchos.
  • Programas: de 7 a 11, según versión. Entre ellos, helado, gelato, sorbete, light, batido, mix-in, granizados o frappés.
  • Dimensiones: alrededor de 40 cm de alto x 17 de ancho x 27 de fondo. Ocupa espacio, pero no tanto como un robot de cocina.
  • Accesorios: tarrinas, tapa y batidor desmontable, aptos para lavavajillas.
  • Peso: unos 6-7 kilos, lo que le da estabilidad al trabajar.

Ninja CREAMi – Precio

Desde 185 euros (precio a fecha octubre de 2025).

www.ninjakitchen.es


Ninja CREAMi – Review del Gadget Lab

Por el Gadget Lab ha pasado el modelo Deluxe. Si algo hemos aprendido probando este interesante electrodoméstico (creemos que es único en el mundo) es que requiere tiempo y paciencia. No puedes improvisar. Si quieres un helado para el sábado, tienes que pensar el viernes: preparar tu base, verterla en la tarrina y dejarla congelar al menos 24 horas. Ese es el primer choque para quienes esperan inmediatez. Pero, una vez superada esa barrera, la experiencia resulta muy satisfactoria. Sacas tu bloque sólido del congelador, lo encajas en la máquina y eliges el programa. Durante unos minutos, la CREAMi hace un ruido que recuerda al de una batidora potente, y al terminar… magia: lo que antes era un bloque duro se convierte en un helado cremoso, homogéneo, con una textura que sorprende. Los modos se notan: el de helado clásico da como resultado una crema firme; el de gelato es más denso y aterciopelado; el de sorbete resalta la fruta y refresca; y el de light ice cream funciona para bases bajas en grasa o sin azúcar, aunque a veces hay que darle un re-spin (un segundo batido) para lograr la textura ideal. Uno de los programas estrella es el mix-in, que permite añadir extras: chocolate troceado, frutos secos, galletas… Es un acierto porque la máquina los distribuye sin pulverizarlos, dejándolos en trozos reconocibles, justo como en los helados artesanos (o industriales).

Lo que nos ha encantado

Texturas sorprendentes: nunca pensamos que en casa podríamos lograr un helado de fresa con esa suavidad, o un gelato de chocolate tan cremoso. Variedad: más allá del helado, preparamos granizados de café, batidos espesos e, incluso, una base de yogur helado con miel; todos, con resultados muy dignos. Personalización: al controlar tú los ingredientes, puedes hacer helados sin lactosa, sin azúcar, veganos, proteicos… lo que quieras; esto es un punto fuerte para quienes siguen dietas específicas. Fácil limpieza: desmontas las piezas y al lavavajillas; nada de piezas delicadas ni limpieza engorrosa; en general, este equipo transmite sensación de durabilidad por la consistencia de los materiales y el encaje de los elementos.

Dos detalles que no nos convencieron

El ruido: cuando está procesando, parece que va a despegar; no es insoportable, pero conviene saberlo antes de usarla a medianoche. La espera de 24 horas: forma parte de su funcionamiento, pero para personas impulsivas, que a veces queremos un helado en el momento, no es el equipo recomendado.

¿Para quién es, entonces, la Ninja CREAMi?

Para los planificadores a los que no les importa preparar con antelación sus bases y congelarlas. Para los creativos que disfrutan inventando recetas caseras y personalizando sabores, aquí tienen un campo de juego infinito. Para los foodies y familias es una máquina divertida para experimentar con niños y para quienes disfrutan de postres como ritual. No es ideal, en cambio, para quienes buscan rapidez absoluta. Si quieres algo inmediato, mejor una heladera tradicional o un helado del súper.

Conclusiones

La Ninja CREAMi ha conquistado las redes sociales por una buena razón: consigue que cualquier persona, con un poco de paciencia, pueda transformar un bloque congelado en un helado cremoso digno de heladería. No es una heladera como tal, sino una máquina que añade cremosidad y vida a las bases que tú mismo preparas. Es cierto que exige planificación y que no es precisamente silenciosa, pero lo compensa con resultados espectaculares, versatilidad y la posibilidad de personalizar hasta el último ingrediente. En definitiva, la CREAMi no es para quienes buscan un capricho rápido, sino para quienes disfrutan del proceso y quieren convertir el ritual del helado casero en una experiencia creativa.